Después de estos casi 3 meses de no postear, iba siendo tiempo de compartir algunas experiencias de este intenso trimestre. Me alegrará saber que alguien se pasea por aquí y aún le apetezca seguir leyendo. Echo de menos bloguear y salir al recreo, aunque sigo siendo fiel seguidora de mis blogs favoritos. Ha sido un trimestre intenso, desde luego nada aburrido. Pensando en resultados la sensación es de más bien poco. Si amplío más la perspectiva, si comparo este tiempo de ahora con, por ejemplo, el año pasado entonces me siento algo mejor. Así que una de las cosas que hago es incluir más y diferentes estándares en áreas en las que trabajo/investigo/aprendo para sentirme bien-mal-bien… y organizar algo mejor los próximos meses. Aunque está esa sensación de… podría haber hecho más, o diferente, o mejor… pero en fin, el hecho es que “objetivamente” hay muchas posibilidades de cambio. Desde luego cosas a mantener y muchas a mejorar, pero la idea de añadir más y muy diferente se lleva el premio.
Quiero compartir como me voy organizando con la investigación. Aunque no sé si organización sería la palabra más adecuada para describir el avance. Mejor sería … ignorancia, confusión, sobrecarga… varias veces he imaginado a Tim diciendo ¿Acaso no lo expliqué? 🙂
En principio diré que ni la investigación es lo que yo pensé que era, ni es tan fácil decidir qué específicamente vas a investigar. Dos cuestiones que no te sueles plantear cuando decides… “ir a por ello”. La primera porque la experiencia académica, a mí al menos, me alejó mucho de la experimentación directa, de la exploración sobre la propia experiencia. Es una especie de inutilidad con la que al principio te vas apañando. Porque si esto es un problema cuando terminas la carrera, es casi un “drama” cuanto decides investigar en plena madurez. Afortunadamente aún me queda sentido del humor, porque la dificultad para decidir específicamente que vas a investigar es “de libro”. Cualquiera que haya leído algún manual al uso de cómo hacer una tesis, verá que estoy en lo cierto. Aún así pasa. Pasa realmente, sin que al menos yo, haya podido evitarlo en mis primeras aproximaciones: vagas, imprecisas, generalistas… VAGAS¡
Lo que diferencia los 23 de los 45, además de no ser “jóvenes investigadores”, es que mientras haces de forma imprecisa, te das cuenta de las torpezas y vaguedades con tal claridad de detalle, que no puedes más que sonreír, armarte de paciencia y confiar en el proceso. La otra cuestión, conectar la investigación con tu experiencia y no solo con lo que dicen los libros, los académicos, las cátedras, las tendencias, las epistemologías al uso… , creo que es también un mal endémico que puede alejar a muchas personas curiosas de la investigación realmente útil y con sentido, de la misma manera que, (es un suponer) perpetúa la investigación inútil y autocomplaciente.
Así que si alguien está en parecida situación y tiene alguno de estos síntomas, le animaría a una exploración o introspección curiosa a cerca de lo que quiere conocer-saber-investigar-conseguir antes de seguir añadiendo… ¿bibliografía?.
Dicho esto quiero compartir mis propias experiencias, las que han influido en mi interés y curiosidad para saber ….
.. en el próximo post.
Un saludo a todos
Pilar
Hola
Qué bien, vuelves a escribir y además sobre un tema muy interesante y complejo, la investigación.
La verdad es que entiendo muy bien lo que describes, de fondo es un problema epistemológico (el postpositivismo en el que sigue la Psicología o la Pedagogía) y metodológico (métodos cuantitativos preferentemente con estadística multivariada muchas veces).
Y no siempre otras epistemologías (interpretativas) y otras metodologías más cualitativas resuelven los mismos asuntos.
Te enviaré un artículo de Jann Valsiner sobre este tema, porque afortunadamente hay más alternativas, menos conocidas.
Ah… el problema muchas veces no es investigar en sí, sino contar de manera aceptada y aceptable por los estándares de la institución lo que has hecho y encontrado.
Me alegro mucho de saber de ti, a ver si te llamo y charlamos y me cuentas más en detalle.
Un beso
Alejandro
Me gustaMe gusta
Hola Alejandro, me alegro también de tener noticias tuyas, me he acordado de ti en estas semanas leyendo a Mezirow y el enfoque de aprendizaje transformacional. Creo que estás preparando un curso de verano, ya nos contarás.
Y me gustará poder compartir nuevos enfoques de investigación, aunque hasta ahora he estado más bien en una fase pre-investigadora. Tenía mucho mejor descrito el diseño de investigación que el objeto de estudio. Aunque parezca raro. O sea que a las cuestiones metodológicas en mi caso y prioritariamente se añadía la cuestión ontológica… sería esto o esto otro que yo querría saber, je, je
Espero que podamos compartir más detalle antes de las vacaciones.
Un beso.
Pilar
Me gustaMe gusta
Hola Pilar,
Hoy descubrí a este blog «resucitado», me llenó de satisfación, también por lo escrito como investigadora, tutorizada por Alejandro.
Claro ,no pude dejar de identificarme y coíncidir, en esta especie de » noche oscura «, por la que a veces atravieso. Pienso que de esa incertidumbre saldrá algo potente, pues nace desde adentro y al final la investigación me hace a mí , más que yo a ella… .
También confío en el proceso y procuro disfrutarlo ;- ),.
Me gusta conectar com Marie Curie, quizás por la pasión a la investigación y digo PASIÓN, sin ningún resquicio, ni recelo.
Un placer lo compartido y el tono de lo escrito en la espontaneidad y naturalidad.
Un beso y cracias por escribir.
Me gustaMe gusta
Hola y bienvenida¡, me alegra mucho compartir experiencias con investigadores que mantienen viva esa pasión y esa curiosidad. Cuando pienso en investigadores últimamente, me refiero a curiosos y exploradores en la vida en general, pues me parece que la tesis es uno entre los muchos desenlaces de esa actitud del curiosear o del allendear. Es bonito encontrarte por el camino, reconocerte, orientar y que te orienten, saber que hay gente como tú independientemente del lugar, profesión, trayectoria, formación, u otros atributos existenciales. Me alegro de compartir desde esta curisidad, con ganas de seguir compartiendo.
Un beso
Pilar
Me gustaMe gusta
Hola Pilar, a veces en medio de nuestra cotidianeidad aparecen personas que nos cambian la vida. Nos despiertan. Descubren nuestros grandes defectos y nos muestran talentos ocultos. Luego desaparecen como Mary Poppins o La niñera mágica. Son ángeles con apariencia humana. Yo soy ateo, pero desde hace pocos años creo en los ángeles. Y creo que son más eficaces con 45 que con 23 años. Y mujer tus 45 no tienen ni dos meses, que San Isidro fue hace nada. Otra característica de los ángeles es el sentido del humor. Imprescindible reirse para poder volar (y vuelvo a Mary Poppins). Desde hace semanas, gracias a tu faceta de ángel, ando intentando enterarme de cómo hacer el doctorado (qué lío, que ahora parece que no me sirve un curso de especialización que hice y parece que ya no habrá cursos de doctorado sino masters y que si tal y que si cual). Pero no importa. Tengo en mente un tema. Lo veo, y aunque complicado, imagino el poceso; las nuevas gentes que conoceré; el montón de nuevos conocimientos útiles y, como no, inútiles que obtendré. Me imagino incluso brindando en una fiesta a la que te invitaré. Y lo bueno es que en esa fiesta, cuando yo acabe, tú… Joé tu has terminado el doctorado dos años antes. ¡Qué tía!
Te sigo Pilar, te copio en lo posible. Pero me parece tan, tan, tan complicado empezar.
Un abrazo,
Alfonso
Me gustaMe gusta
Hola Alfonso.
Imaginar el futuro es parte del proceso de planificar y por lo que leo tienes muchas habilidades. La dificultad de empezar me recuerda una cita sobre la que estuve meditando un tiempo aunque no he sabido como estaba funcionando hasta hace muy poco. Es bastante conocida, de Séneca “No es que no intentemos muchas cosas porque son difíciles, sino que son difíciles porque no las intentamos”. Lo interesante de esto es saber cómo funciona. Yo he investigado en mí misma esta cuestión y aún así me sigue fascinando lo rápido que se me olvida. Creo que parte de la dificultad está en comparar el estado actual en el que nos encontramos en relación con el estado futuro, estándar o ideal (de conocimiento, de bienestar, de consecución…). Y sospecho que a veces sentimos/pensamos en la dificultad de poder conseguir algo de eso, de estar allí, desde donde estamos ahora. Y a veces nos quedamos con la dificultad, sin iniciar el proceso. Ejemplos sencillos de estos, estar desmotivado y querer sentirse motivado, estar inseguro y querer conseguir algo más de seguridad, estar perdido (en el sentido metafórico o literal) y necesitar encontrarse o encontrar… Sospecho que también funciona con las grandes cosas de la vida, amor, felicidad, plenitud… pero podemos dejarlo ahí… 🙂 Y esta cuestión es bien interesante porque es en el proceso donde hacemos la seguridad, el saber, la motivación. También parte de la cuestión puede ser cómo nos activamos y motivamos a nosotros mismos y como llegamos a mantenerlo activo y nos comprometemos con las cosas. En mi propia experiencia con la tesis hay cosas que se empezaron a activar en mí, con las que empezaba a conectar; también cosas he empezado a hacer sintiendo la dificultad antes del comienzo; cosas que necesito integrar o incluir para no desconectarme de otras cosas importantes para mí o para otros, y cosas que quiero mantener activas para poder sostenerlo más allá del momento en que decido “ir a por ello”.
Gracias por compartir y buen proceso
Pilar
Me gustaMe gusta
¡Caray Pilar! Esto empieza a darme el mismo corte que el abuso que tengo con un amigo médico, con el que «casualmente» me encuentro cuando tego algún dolor. Ya sabes: «hola, qué tal cuánto tiempo. Por cierto, me ha salido un bultito aquí. A ver si me lo puedes mirar…» Siempre, eso sí, le agradezco, enormemente y de corazón, que me mire el bultito, o lo que sea. Que normalmente no es nada. Quizá con estos procesos ocurra igual: creemos que tenemos un tumor maligno y es una picadura de mosquito.
Te diré que estoy preguntando a diestro y siniestro (vale, quizá no tanto), pero con esta transición a Bolonia hay un lío enorme. A pesar de todo sí me propongo sostenerlo para «ir a por ello», que creo que estoy ganando en paciencia. Gracias a tí por permitirme abusar. Gracias por tus ideas compartidas y gracias, Pilar, por el magistral uso que tienes de los puntos suspensivos. 😉
Me gustaMe gusta