Autodirección

Uno de los asuntos que estoy investigando, como modelo y como principio para favorecer el desarrollo adulto es la autogestión y autodirección de los procesos de aprendizaje. La autodirección nos sitúa en la posición de principales autores, creadores y responsables de nuestro propio desarrollo. Y nos dispone para seguir aprendiendo a lo largo de toda la vida.

Este principio, entendido más bien en sentido analógico[1], puede aplicarse a los  procesos de aprendizaje y a los diferentes tipos de intervención: coaching, enseñanza, consultoría, formación.

¿Aplicamos este principio, el aprendizaje autodirigido, como coaches/enseñantes/consultores/formadores? ¿Qué hacemos para fomentar este principio en nuestras intervenciones? ¿Se fomenta en lo que he venido llamando el “negocio de la ayuda»? ¿En qué principios o supuestos se sostiene la ayuda como negocio? ¿Dirigimos nuestras intervenciones para proporcionar una mayor independencia y autonomía?,

Hay una frase de Gibbons y Pillips (1982) citada por  Brockett[2] a propósito del aprendizaje autodirigido que me hace pensar:

“La autoeducación solo puede tener lugar verdaderamente cuando a unas personas no se les obliga a aprender y a otras no se les obliga a enseñar, especialmente a enseñar un determinado currículum de materias”.

Y decían más … la verdadera autoeducación solo puede tener lugar cuando una (o más) persona (s) opta (n) por aprender (o enseñar) algo que también puede (n) decidir no aprender (o enseñar).

Los paréntesis son añadidos.

Pilar Mamolar


[1] Con ello entiendo la autodirección más bien como un continuo, como un proceso. No todos los clientes / coachees / participantes … estarán en la misma disposición, contarán con los mismos recursos, sentirán la misma necesidad de autonomía o autodirección. Consecuentemente el facilitador atenderá tanto a las necesidades como a las posibilidades de desarrollo a lo largo del proceso. Integrando lo subjetivo (necesidades del sujeto) así como la estructura del proceso, creando más oportunidades de autodirección real.

[2] Brckett R. G. y Hiemstra R., El aprendizaje autodirigido en la educación de adultos. Perspectivas teóricas, prácticas y de investigación.

6 pensamientos en “Autodirección

  1. Es magnífica esta entrada ( o post si te gusta más), que sirve hasta para legos como yo. Te diré que me he puesto las pilas en el empezar con lo mío. Ya te contaré un día las que estoy liando, que tampoco viene muy a cuento enrollarme.
    Al leerte, me ha venido (casualidades de la vida), el libro que estoy devorando del gran Haruki Murakami, «De qué hablo cuando hablo de correr» (pongo el título entre comillas que no veo forma de meter cursivas). Reconozco que soy gran seguidor del Murakami novelista, quizá por ello lo leo con prejuicio en positivo. Y con el otro prejuicio en positivo que es que sí sé lo que es correr maratones.
    Un par de frases de las que subrayo: «Así es la escuela. Lo más importante que aprendemos en ella es que las cosas más importantes no se pueden aprender allí». Otra, al principio: «el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional, depende de uno».
    Murakami nos cuenta en modo autobiográfico procesos de cambio, la importancia de la voluntad para emprender algo. En fin, no sé si lo conoces, si no, quizá (aunque no soy de recomendar) te vendría bien entre tocho teórico y tocho teórico. Se lee rapidísimo. Al final me vuelvo a adelantar a una entrada prevista en mi blog.
    Perdón por el atrevimiento de un lego, pero si pudiera aportarte una milesima de lo que aportas tú, sería una gran satisfacción.
    Un abrazo, Pilar.
    Alfonso

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  2. Hola Alfonso, gracias por la referencia y el comentario. No conozco al autor pero por lo que cuentas parece bien interesante.
    Buen tiempo el verano para leer y descubrir nuevas posibilidades.
    Y bienvenido siempre para lo que quieras explorar y aportar.
    Un saludo,
    Pilar

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  3. Este post me recuerda, a otro tuyo donde te felicitaba la gente más cercana a ti. Lo conecto.

    ¡ Excelente ¡, y mira que no me gusta nada esta palabra, por el matiz académico que lleva,…ya que presupone cierta excelencia por quién lo corrige, es decir depende de lo subjetivo también…y condensa pero limita a la vez, si no aparecen aclaraciones más detalladas :-)y además creo que alimenta a unos y separa a otros, no sé …la tengo rechazo.

    En este escrito veo muy bien alineado todo:

    – lo cognoscitivo, las emociones, el pragmatismo, lo moral…etc.( ir más allá de forma equilibrada… Lo personal, vivencial, experimentado, lo deseado…COMPLETITO

    Bueno, un placer leerte, ha sido como ver un lienzo inspirador, respirar un aliento de esperanza pragmática, oír una genial melodía y saborear una ensalada veraniega completa e innovadora 😉

    Me alimenté ¡gracias¡…

    Un beso

    Pd:¿ Desde dónde me coloco para escribir esto ¿¿ una visión multidisciplinar e incluso transdisciplinar del ser humano ¿Qué deseo conseguir con ello ¿…¡¡MUY EVOLUTIVO ESTE COLOQUE… ¡¡

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