La utilidad de lo que no es

Un blog es un excelente recurso educativo. Sin otros fines comerciales o de posicionamiento, es un buen instrumento para el autoaprendizaje. Estos fines no son excluyentes, pero me interesa más lo que aprendemos con esta herramienta y el tipo de reflexividad que proporciona. Solo por esto merece la pena mantenerlo, aunque se pasen meses sin que escribas, como es el caso. Este no es un buen consejo desde el punto de vista de la marca personal, pero en términos de aprendizaje, esos vacíos, pueden ser tan interesantes como las entradas más comentadas. Con esos vacíos también construimos el avance.

Lao Tse llamó a estos vacíos la utilidad de lo que no es. Y en esto pensaba yo al repasar el “vacío” desde mi anterior entrada. Y eso me llevó a la utilidad de lo inútil(1), título de un Manifiesto que leía hace poco más de un año. Al revisarlo, he visto mis subrayados, resaltando lo bueno de tantas cosas que no tienen retornos inmediatos o monetarios: imaginar y crear, amar sin poseer, descubrir sin el fin de encontrar, aprender de las “ciencias inútiles” como la filosofía o la literatura, mantener la curiosidad, trabajar para uno mismo, dialogar para entender, comprender sin pretensión de verdad… y muchas cosas más.

Abocados a lo útil, la intensificación de lo rentable, el ansia de la efectividad, el resultado a corto, el imponer sin dialogar, o el competir o luchar para ganar en casi todos los ámbitos de la vida, no parece muy sabio, si acaso tiene algo de listeza.

Lo bueno de lo malo es que cada vez somos más conscientes (o eso creo) de que esta política arroja muy malos resultados para una gran mayoría de ciudadanos, trabajadores, clientes, pacientes, consumidores, estudiantes, profesores, deportistas, actores y comediantes, periodistas…

O puede ser que pese a todo pronóstico de cambio de política, yo vea con optimismo este nuevo curso, porque… cuando la mayoría pierde ¿alguien gana?

(1) http://www.acantilado.es/catalogo/la-utilidad-de-lo-inutil/

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